Un planeta dependiente

Está claro que existe una relación entre nuestro planeta y la luna, dicha relación es determinada por diferentes cosas:

- La relación entre la luna y la Tierra es que la luna ejerce gravedad sobre la Tierra y produce lo que conocemos como marea.

- Por otro lado, el planeta ejerce fuerza sobre la Luna que es exactamente igual a la que ejerce la Luna sobre la Tierra y viene determinada por la Ley de gravitación universal enunciada por Newton.

Esto quiere decir que el plantea y el satélite se atraen gravitacionalmente de forma recíproca. Más allá de esto, la luna no es la única de la que la Tierra depende.

Júpiter y Saturno tuvieron mucha responsabilidad al momento de crearse el planeta Tierra tal cual como lo conocemos.

Hace millones de años, mientras los restos sobrantes de la formación planetaria eran arrojados fuera del sistema solar, Júpiter probablemente también arrojó materiales sobre nuestra “Tierra primitiva”, donando parte del agua que ahora llena nuestros océanos. Incluso podría haber desempeñado un papel en la extinción de los dinosaurios hace unos 66 millones de años; un acontecimiento que marcó el comienzo del reinado de nuestros antepasados ​​mamíferos

Un nuevo estudio sugiere que, sin Júpiter, incluso la propia Tierra podría no haber existido. En las órbitas donde ahora existen planetas rocosos como la Tierra, en un inicio se empezó a formar una generación de planetas destinados a ser gigantes, gaseosos y totalmente inhabitables, hasta que Júpiter intervino, provocó la destrucción de estos planetas mayores y allanó el camino para que pequeños mundos como la Tierra prosperaran.

Sin embargo, también se cree que al momento en que Júpiter y Saturno migraron de las órbitas más alejadas del Sol, donde se originaron, hacia las más cercanas, el planeta de los anillos llego antes (dado que su masa era menor) evitando que Júpiter arrasara con la Tierra y que por ello le debemos la existencia del planeta y la nuestra.