Somos los responsables del futuro de nuestro hogar

El planeta Tierra ha experimentado diferentes extinciones masivas a lo largo de su historia.

Se cree que en total son cinco, la más conocida, fue hace 65 millones de años, momento en el que desaparecieron los dinosaurios junto con más del 70% de las especies terrestres.

Pero… lo que muchos no saben es que actualmente la Tierra vive la llamada

sexta extinción, que a diferencia de las demás no se trata de un fenómeno de la naturaleza, sino que nosotros mismos, los seres humanos, somos los responsables directos de que esto esté sucediendo.

La biodiversidad actual del planeta está en serio peligro. Se han extinguido más de 320 vertebrados terrestres y de las especies que aún sobreviven, su población ha disminuido una media de un 25%.

En esta sexta oleada de extinción los insectos, arañas o gusanos, tan importantes en nuestra vida diaria (como en la polinización, el control de plagas de los cultivos o la descomposición y el ciclo de los nutrientes) han sufrido un descenso tal que su pérdida y deterioro nos hacen atestiguar la preocupante situación en la que nos encontramos.

Esta pérdida en el número de invertebrados se debe, sobre todo, a la alteración del clima a escala global y a la pérdida de su hábitat.

Dicha alteración del clima genera el exceso de producción de gases de efecto invernadero.

¿Qué es el efecto invernadero?

Es un proceso natural que permite a la Tierra mantener las condiciones necesarias para albergar vida: la atmósfera retiene parte del calor del Sol; sin el efecto invernadero, la temperatura media del planeta sería de 18 ºC bajo cero.

Como ya sabemos la atmósfera está compuesta por diversos gases que, en la proporción adecuada, cumplen su cometido. El problema está cuando las actividades del ser humano como, la deforestación, la contaminación de mares y el aumento desenfrenado de la población, aumentan la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera y ésta retiene más calor del necesario, provocando

que la temperatura media del planeta aumente y se produzca lo que popularmente llamamos calentamiento global.

Entre los impactos del cambio climático se destacan, el derretimiento de la masa de hielo en los polos, que hace subir el nivel del mar y amenaza con sumergir bajo el agua litorales costeros y pequeños estados insulares. La variación de las condiciones de vida en los entornos naturales provoca muertes, enfermedades y migraciones masivas de especies. La acidificación de los océanos, la absorción de demasiada cantidad de CO₂ provoca la muerte y la enfermedad de peces, algas, corales y otros organismos submarinos. También los huracanes, ciclones, tifones, sequías, inundaciones, lluvias o nevadas incrementan su grado de violencia a causa del calentamiento global, provocando más muertes, damnificados y desplazados.

El cambio en los ecosistemas y la desertificación de zonas provocan la muerte de entre 10.000 y 50.000 especie cada año.

Del planeta que estamos hablando es en el que vivimos, es nuestro hogar. El momento de abrir los ojos y de cambiar nuestros malos hábitos es ahora.